Desde el proyecto Envejecimiento Activo y Saludable trabajamos día a día en la promoción de un envejecimiento lo más saludable posible, esto es, desde un enfoque integral contemplando no sólo las necesidades físicas, sino también las necesidades sociales, psicológicas y emocionales que se dan durante esta etapa de la vida. Así, desde una perspectiva psicosocial hoy nos gustaría hablar sobre el envejecimiento diferencial que, en muchas ocasiones, viven las mujeres adultas mayores.
La sociedad en su conjunto está luchando para reducir las diferencias entre hombres y mujeres que se dan en muchos contextos como, por ejemplo, el laboral. Sin embargo, las iniciativas de esta índole entre los adultos mayores son, en comparación, menos numerosas y/o visibles. Por ello, hemos querido añadir nuestro granito de arena mostrando en datos que entre adultos mayores también existe la necesidad de contemplar una perspectiva de género entre las actuaciones encaminadas a la promoción del envejecimiento saludable. Además, siguiendo nuestro entusiasmo por la acción también hemos recopilado una serie de recomendaciones para intentar recortar diferencias entre ambos géneros, atendiendo a las necesidades psicológicas y sociales. Os animamos encarecidamente a que echéis un vistazo y compartáis los datos y las recomendaciones que hemos preparado. ¡Trabajando juntos por el mejor envejecimiento posible, el óptimo envejecimiento!
